Mi deseo de año nuevo es…

Después de leer  noticias sobre acoso sexual y la cantidad de nombres reconocidos salen a la luz y o bien la justicia llega al fin o la reputación de esas personas se pierde.

Harvey Weinstein

Harvey Weinstein

No hay un antes y después de Harvey Weinstein, porque el comportamiento de ese hombre no ha definido nada, sólo reinvindicó algo que siempre ha existido; sexualizar el abuso de poder. Esta ola de escándalos sólo han rebazado el borde.

Desde hace milenios el acoso sexual y abuso en contra de mujeres existe (desafortunadamente). Durante los siglos la dinámica patriarcal ha ido moldeándose a nuevas formas pero nunca se ha modificado.

En las palabras de Esther Perel: ‘The story of men who have social power and have leveraged it to deal with their sexual insecurities is an old story, these are not sexually powerful men, sexually powerful men seduced they don’t harass, these are insecure men who leveraged their social power’

No puedo ser fatalista y decir que nada ha cambiado porque de hecho sí un poco, pero  no rápidamente y no en todo el planeta por igual (para nuestra desventura), sin embargo hoy yo soy parte y producto de esa lucha en favor de nosotras.

Por ejemplo pude aprender a leer y escribir y puedo decir lo que pienso sin ser llevada a la hoguera, aunque conformarme sólo con eso me hace una mediocre. Porque seamos realistas, todavía hay mucho terreno que caminar, muchas ideas erróneas por cambiar y muchas mujeres que lamentablemente no tienen esas oportunidades como muchas de nosotras hemos tenido.

Mi deseo para el año que viene y los que le sigan después es: Que los hombres no se sientan amenazados en su masculinidad por el hecho de que las mujeres luchemos por ese reconocimiento dentro de la sociedad.

Deseo que los hombres reconozcan las batallas diarias que nosotras tenemos que hacer por el simple hecho de ser mujeres. Si un día un hombre se pudiera meter en el cuerpo de una mujer y entender lo que tenemos que lidiar en nuestro día a día, comprendieran el por qué la mayoría de nosotras ya no quiere ser vista en el clásico papel de mujer ni lidiar con acoso, de ninguna clase ni nivel.

Sin embargo, aquí me salta una cuestión, ¿en qué momento decir batalla por los derechos de las mujeres ha minado en la masculinidad?

Esto me deja otra reflexión para después.

Continuará…